“No bajar la guardia”, se dice en el boxeo para seguir luchando en el ring. En el ring de la vida pasa lo mismo, no bajemos la guardia.
Ya el mundo comenzó la fase 4, la participación masiva del uso de 6 vacunas que han mostrado muchas ventajas y beneficios contra los potenciales riesgos. Pero hay que auto cuidarse.
La pandemia no se ha ido.
El encierro como tal no ha demostrado ser la panacea, pero ante la indisciplina de muchos, en algunas personas entendibles por la necesidad de súper vivencia, debemos hoy y por muchos años, mantener algunos hábitos de vida y formas de interrelacionarnos socialmente, para evitar nuevas pandemias.
No distanciarnos. El distanciarnos nos enferma más, pero saber mantener un espacio físico prudente. Limitar el número de personas con medidas de bioseguridad cuando nos reunamos, hacen posible una efectiva intervención epidemiológica para evitar la rápida propagación del virus.
Sabemos que la letalidad del virus per se es baja, pero su propagación es rápida y puede repetir la enfermedad. Hay personas con algunos riesgos que le ha costado la vida y con ello el dolor de las familias, amigos y ciudadanos valiosos para la sociedad.
Por lo tanto, para seguir robusteciendo la economía, abriendo espacios comerciales y mejorar la actividad laboral los invito a seguir con los autocuidados a pesar de estar vacunados.
Reuniones con aforo recomendado, lavado frecuente de manos y cubrirse tanto la nariz como la boca; evitar tocarse la cara, comer bien, dormir reparadoramente y hacer ejercicios regulares.
Las embarazadas y mujeres en periodo fértil, deben tener ciertas precauciones, aquellas personas con hipertensión, obesidad, enfermedades pulmonares y trombóticas con más razón.
Con sentido común y una buena relación afectiva, lo conseguiremos, salir adelante. Es tiempo de replantear nuestros proyectos de vida y de las empresas.
Los virus roban energía, oxígeno y vida, Jr.