El arte de la personalidad.
Es vivir cada momento de verdad y romper dogmas, esto nos permite respirar con libertad. ¿Que nos obstaculiza? La individualidad. Hay un salvavidas místico porque no somos seres biológicos solamente, somos espirituales por esencia misma.
Somos olas en la superficie de la vida y logramos un pico máximo de dicha ola, luego cae y desaparece dicha ola para siempre. Así mismo como todos somos olas, un día desaparecemos pero el Océano permanece.
Nos preguntamos entonces: ¿Cuál es el propósito de nuestras vidas? ¿Dónde encuentro Felicidad, Paz, Alegría, Vida, Amor…?
En realidad todos estamos en este mundo por un problema para resolver, una crisis que comienza desde la génesis misma. Buscamos a Dios cualquiera sea la idea de él, que a su vez está dentro de nosotros creándonos diariamente como algo profundo y misterioso. Un dialogo interno para perfeccionarnos y el mundo exterior se interpone como un distractor fuerte que nos desvía la atención en nuestro propósito de vida. Nos hemos ido materializando y esa no es nuestra naturaleza viva. Somos más que materia, somos espirituales.
Cuando nos damos cuenta de la fuerza espiritual que tenemos y lo que somos, desarrollamos nuestro arte y lo ponemos en práctica. Esto exige practicar diariamente nuestra esencia, nuestro ser. Cuando dejamos la tarea en el medio, ese día nos damos cuenta, dos días la esposa lo notará, tres días ya todos saben que sucumbí. Eso nos obliga a realizarnos en lo espiritual permanentemente como un ejercicio de vida.
Una verdad nos dio la vida: Dios, Verdad misma y Perfección. Esto es un anhelo permanente y es un compromiso con nuestro plan vital. “Pies en la tierra, mente en el cielo”. Cuando logramos caer el velo del EGO, encontramos la Verdad. Cuando amamos nos olvidamos de pensar en nosotros mismos y en el momento que comenzamos a ver las manchas del otro es signo que nuestro corazón se está enfriando, atravesar el proceso del amor a pesar de nuestras limitaciones nos va elaborando como seres perfectos. El amor lo trasciende todo.
Siempre nos surgen las preguntas existenciales ¿cómo amar lo que no vemos si el que está a nuestro lado nos estorba? Otra vez nos viene a la mente ¿Cómo vivir esta vida? ¿Cuál es mi plan? Para eso tenemos unos recursos inmensos y que no cuestan nada: Amabilidad, Ggenerosidad, Hospitalidad, Valentía, Modestia. Un cúmulo de virtudes que se ejercitan con la compasión, el amor verdadero.
Cada uno de nosotros, a pesar de nuestras limitaciones, somos una obra de arte. En el momento que ejercitamos estas virtudes: Amabilidad, Generosidad, Hospitalidad, Valentía, Modestia, podemos decir que somos personas. Y por cierto, todos somos diferentes y todos tenemos algo que nos complementa. Solo aprender a conocernos nosotros mismos, conocer nuestro carácter ,ser humanos y eso nos define como ser persona.
En el arte de la personalidad tenemos que trabajar mucho. El aprendizaje es duro y duradero. Superar el Ego, tarde o temprano todos tenemos que aprender. El amor es el origen y fin de todo.
Cavilaciones propias luego de haber escuchado al maestro Nawab William Pasnak , gran maestro Sufie
