Ginecólogo escucha a tu paciente

“Lo que nos mete en problemas no es lo que no sabemos, sino lo que creemos que sabemos, pero no sabemos”

M. Twain

La baja autoconfianza propia en el periodo de la menopausia surge a raíz del descenso o agotamiento de la serotonina. Por lo tanto, en la época que una mujer debería disfrutar con más propiedad y seguridad, muchas veces el organismo le falla y cae en ciclos depresivos; cuando tiene más sabiduría y debe conseguir mejores resultados, por la experiencia, el organismo le juega una mala pasada.

Es en este momento que el ginecólogo debe “quitarse el reloj” y escuchar a su paciente. Antes de mandar una formula, debe preguntar y escuchar.

El valor de la comunicación asertiva en el momento de la consulta, y conociendo los hábitos de su paciente, se consiguen mejores resultados que cualquier cura milagrosa.

Primera pregunta: ¿Cómo duerme? Segunda: ¿Cómo come? O al revés. Estas dos preguntas son tan importantes que el orden no importa. Estas dos condiciones son tan importantes que si no sabemos el cómo duerme o como se alimenta una persona, es casi imposible resolver la ecuación. Tercero y cuarto, pero no menos importante: Es saber si mi paciente tiene movilidad y espiritualidad activa.

Prestando atención a estas 4 condiciones: Nutrición, sueño, actividad y espiritualidad, podemos luego comenzar a resolver los miedos a las enfermedades que acosan mentalmente a todas nuestras pacientes.

Hoy he escrito este pequeño enlace para resaltar durante toda la semana estos 4 pilares de la salud. Promover hábitos es más importante que curar.

No menos importante, es preguntar por los conflictos que se están viviendo en estos momentos; luchas internas y por supuesto, los vicios que muchas veces influyen en el origen de algunas enfermedades. Diabetes, cáncer, obesidad, osteoporosis, enfermedades reumáticas, depresión, ansiedad y un largo etcétera está muy ligado a los conflictos. Hay que escuchar.

Una mujer hoy puede tener éxito con una vida plena después de la menopausia, periodo que cada vez es más prolongado.

 

“Nadie triunfa quedándose quieto, por muy bien pertrechado que esté”

 J.B. Peterson