Insomnio

“El sueño es completamente natural, absolutamente necesario y, sin embargo, es casi un misterio.”

(D. Chopra)

El Stress puede ser enemigo o aliado.

En las últimas décadas y con la velocidad que lleva la nueva civilización, todos hablamos del “stress” como epicentro del mundo y de la vida.

Es cierto, hemos dado importancia a la necesidad de sufrir por el pasado y por el futuro sin concentrarnos en el ahora. Esto tiene un precio: La salud.

Dentro de las situaciones que vivimos está la pérdida del sueño (Insomnio) tanto en concebirlo como mantenerlo varias horas para reponer fuerzas tanto físicas como intelectuales. “Me siento como nuevo después de haber dormido,” esta es la expresión que hoy la gran mayoría quiere decir.

Dormir y soñar son fundamentales para sentirnos nuevos al día siguiente. 

No niego que debemos aprender del camino recorrido y provisionar el futuro es obligatorio, pero hipertrofiar el pasado sobre todo los malos momentos y angustiarnos de cómo vamos a vivir en el futuro, nos está llevando a niveles de ansiedad, locura y obesidad, además de enfermedades como cardiopatías, problemas de grasas en la sangre, azúcar constantemente elevada, infecciones y el temido cáncer.

Los mecanismos del stress son bien conocidos; desde que Walter Cannon lo describió como “Fight – or Flight” y luego Walter Hess descubre las áreas del cerebro que disparan la respuesta física del stress.

Sin embargo, pasó mucho tiempo desde la descripción del stress y la descripción de cómo nos relajamos. En forma muy resumida, así como nos estresamos, podemos relajarnos. Es fundamental responder al peligro y sabemos que en el periodo Paleolítico, correr salvaba vidas; hoy en día esto puede ser contraproducente.

Las causas del insomnio hoy son: Preocupación y ansiedad.

 Las amenazas actuales están dentro de nosotros.

El cerebro, a nivel del córtex y su sistema límbico, tiene la posibilidad de alertarse y luego relajarse como un ciclo virtuoso; dormir, soñar y despertarse, nos une al universo.Una vez respondemos en alerta y controlamos la situación es fundamental buscar la contra que es el relajamiento. Cuando aprendemos a manejar estos tiempos, lograremos sueños reparadores.

Estos mecanismos deben tener un cuerpo adaptado al mismo: Peso ideal, signos vitales en límites normales, agilidad muscular y articular. Una mente despierta y adaptada al cambio. Conseguir esto, ante tanto reto permanente, lo da una buena nutriciónejercicios y espiritualidad.

“Relajarse, ayuda a mantener un peso ideal.” La culpa no nos deja dormir, la alegría tampoco, pero la diferencia es que la felicidad nos termina reparando; en cambio la culpa, las preocupaciones y ansiedades nos afectan y envejecen.

Recomendaciones generales: 

¿Cómo dormir bien? Primero, comer equilibradamente en cantidades razonables y la calidad del alimento basado en verduras, frutas y proteínas sanas. Bajar el azúcar refinado de gaseosas y jugos. Disminución de postres. Tomar agua frecuentemente en el día.

Ejercicios no extenuantes, aeróbicos e idealmente vespertino, no muy tarde. En caso de querer hacer ejercicios más intensos o fuertes o de alta competencia, estos son mejores en la mañana. La última comida nunca después de las 9 pm. Leer, una buena lectura ayuda mucho para llenar la parte espiritual. Orar o meditar antes de ir a la cama. Recuerda: El día solo tiene 24 horas.

 

Es larga la lista de enfermedades que pueden superar o mejorar a los pacientes una vez involucren en su día a día los ejercicios de relajación y meditación.

Ejemplos: Insomnio, ansiedad, rabia, depresión, infertilidad, dolores corporales y articulares, colon irritable, obesidad, hipertensión, diabetes, indigestión, enfermedades crónicas, etc. El estupor y sueño del alcohol nos priva de la fase MOR (La del sueño reparador) por lo tanto, el alcohol debe controlarse. El despertar súbito de la madrugada, como un chasquido, genera taquicardia, ansiedad y pensamientos acelerados.

La privación del sueño nos pierde el bienestar y al poco tiempo, acusamos fatiga, irritabilidad y falta de concentración. El sueño es fundamental para vivir. Solo se necesita el sentido común para deducir:

“Cuando no podemos dormir, es porque nuestros pensamientos nos mantienen despiertos.”(D.CH.) 

Epilogo:

Los niños pueden dormir bien porque son inocentes. Los adultos deben buscar en la profundidad de su mente, en el origen de su pensamiento, las respuestas para lograr dormir bien.

“He tomado sobre mis espaldas el monopolio de mejorar a una sola persona, esa persona soy yo,

y se cuán difícil es conseguirlo.”

(M. Gandhi)