Salud e inflamacion

Salud e Inflamación

Una de las grandes dificultades que enfrentamos los médicos es comunicar de manera clara a los pacientes lo que sabemos y lo que es importante que comprendan para mantener una salud óptima: física, mental, social y espiritual.

En términos sencillos, la inflamación es una constante en la vida humana. Nuestro cuerpo se inflama frecuentemente y por diversas razones. Afortunadamente, el cuerpo tiene la capacidad de defenderse y regenerarse, pero es fundamental que lo apoyemos.

¿Pero qué es la inflamación? Es tanto la causa como el resultado de muchas enfermedades que deterioran nuestra calidad de vida, tanto física como mentalmente.

Si intentáramos explicar la fisiopatología de la inflamación de manera académica, podría resultar confuso. Sin embargo, es importante entender que muchas cosas pueden provocarla y que casi todo lo que hacemos puede influir en ella. ¿Qué podemos hacer para prevenirla? Adoptar buenos hábitos de vida.

Algunos ejemplos incluyen mantener una vida tranquila, incluso en momentos difíciles, dormir bien, evitar el ruido excesivo, alimentarse de manera adecuada y manejar el estrés.

Enfermedades que hoy en día son representativas de la inflamación incluyen la obesidad y sus complicaciones, los trastornos metabólicos, el cáncer, las inmunodeficiencias y, por supuesto, las infecciones. En el día a día, condiciones como la colitis, las infecciones urinarias y el dolor de cabeza también son comunes.

Una mala alimentación prolongada contribuye crónicamente a la inflamación.

Otro ejemplo claro es la falta de sueño, que puede provocar inflamación y edema cerebral. El ruido y las largas jornadas laborales también impactan negativamente el sistema cardiovascular.

Hoy en día, nuestras mujeres desempeñan un papel fundamental en los ámbitos laboral, social y político, incluso en etapas avanzadas de su vida. Sin embargo, están siendo afectadas por problemas de salud que antes se atribuían principalmente a los hombres.

“La mitocondria es vida, oxígeno y energía”; es la batería de nuestras células, y la inflamación puede dañarla.