Oleadas de Calor y Osteoporosis
Nadie puede prometer curar una enfermedad sin mejorar el medio ambiente externo e interno del organismo. La salud ósea y metabólica depende mucho de cómo se encuentra la sangre y los tejidos. La percepción de que el hueso es sólido nos engaña creyendo que es un tejido sin actividad, pero es lo más lejano de la realidad. Sin los huesos no tendríamos un equilibrio en el metabolismo del fósforo y el calcio.
Reitero la necesidad de tener todos los cuidados y prevenciones para evitar mayor tasa de morbilidad, y poder tener un envejecimiento digno.
Continuando con las manifestaciones de la menopausia, tenemos como una de las principales, las sensaciones extremas y paroxísticas de calor en forma de ondas, que comienzan en los extremos del cuerpo y muchísimas veces son nocturnas. Estas oleadas de calor son importantes, tanto por ser premonitorias de los cambios hormonales, como otras posibles situaciones de otros órganos y sistemas afectados como por las incomodidades personales y sociales. Estos síntomas ya obligan a pensar en todo, y además de lo emocional, en la salud del hueso, corazón, sexualidad, sistema urinario y genital.
No es necesario tratarlas con hormonas, sin que estas sean negativas. Una buena terapia hormonal es fundamental en casos severos de oleadas de calor, y existen todo tipo de vías de administración.
Existen procesos que van asociados con estos cambios y que debemos vigilar, como es el tema de la tiroides, hipertensión, peso corporal, piel, cabello y cambios en los perfiles de azúcar, colesterol y triglicéridos. Si logramos tener estos sistemas en equilibrio, por supuesto tendremos una salud interna y externa que se refleja en la sonrisa.
Las oleadas de calor llegan y desesperan en algunos casos que vemos cambios en la conducta de la persona y resequedad de las mucosas, en especial la vaginal, que a su vez produce dolor en las relaciones. Esto último puede ocasionar un círculo vicioso que se mal interpreta con disminución de la libido, que puede suceder también, pero no necesariamente.
Las oleadas de calor ayudan a consultar, y es un momento propio para generar una promoción en salud y por supuesto realizar exámenes de prevención para enfermedades como el cáncer y las metabólicas. Las ayudas diagnosticas de laboratorio e imágenes bien solicitadas son importantes.
La resistencia a la Insulina y la obesidad son resultado de las inflamaciones permanentes y de bajo impacto; debemos aprovechar estas consultas para hacer un enfoque holístico y orientar hábitos nutricionales y de ejercicio; también podemos generar un nuevo rol espiritual y de relajamiento, dado que existen circunstancias familiares y laborales que impactan en la psiquis del ser humano. Las crisis de la edad que debemos enfrentar, y las oleadas de calor debemos asumirlas con dignidad y oportunidad para hacer un alto en el camino y revisar la salud general. Buscar no tanto la ausencia de problemas, sino la adaptación a un nuevo ciclo vital.
Cada día a la menopausia se le trata de “no medicalizar”, más bien, dar un acompañamiento con cambios de vida saludables; por otro lado, la osteoporosis se debe diagnosticar y tratarla para evitar fracturas incapacitantes y costosas. Cuando una mujer está en la transición de la menopausia, hay que evaluar si es sintomática o no, que tenga factores de riesgo para la perdida de hueso rápida, es obligatorio una investigación completa y multidisciplinaria.
Oxigenar los huesos y las células es fundamental para un buen metabolismo óseo.
