Salud Ósea
Comer bien, ejercicios y periodos de reposo son pilares para enfrentar el envejecimiento óseo “saludable”.
Este tema será desarrollado en varias entregas y comenzamos con la base, la cual se centra en la historia clínica que de antemano debe saber su médico.
El médico debe saber todo del paciente y preguntar mucho por una simple razón: la osteoporosis deja ver síntomas en un principio y la prevención primaria de esta enfermedad se puede conseguir con la visita periódica, además del análisis de exámenes básicos.
Es la enfermedad del equilibrio, por lo tanto: si el ejercicio, la nutrición y la mente no están coordinadas, en cierta década de la vida los riesgos de fracturas serán serios.
Tener un cuerpo con medidas acorde la estructura genética una antropometría adecuada; un peso ideal de acuerdo a la edad y sueño reparador son objetivos para una buena salud ósea.
El hueso no es una estructura sólida, es mas que eso, es plástica, con adaptabilidad de tensión y viva, su metabolismo es un mundo maravilloso que sabemos toca muchos sistemas del cuerpo humano. Sabemos hoy de la importancia del equilibrio, ácido básico y la oxigenación del hueso para su buena salud.
“Oxigena tu hueso”
Prevenir las incapacidades causadas por fracturas prevenibles debe ser una meta de cada ginecólogo en equipo con inmunólogos, endocrinólogo, ortopeda, nutricionistas y psicólogos. En algunos casos intervienen otros actores de la salud. Es fundamental que la familia de una persona con Osteoporosis trabaje en sinergia por el bienestar de estos pacientes.
En el caso específico de la mujer que se encuentra en la transición menopaúsica es vital conocer su estado hormonal, los hombres sufren de esta enfermedad también pero la mujer mucho más.