“El secreto para tener buena salud es que el cuerpo se mueva y que la mente repose” V.V.
No esperemos que las cuarentenas y los controles nos dejen sin cuidar la salud.
Comer y dormir bien, ejercicios no extenuantes oxigenan los órganos y tejidos. ¡Salud!
A seguir, una lista de temas para evitar sorpresas; un poco larga pero necesaria:
- Temas obstétricos y ginecológicos inaplazables.
- Obstétrico y medicina materno fetal (Embarazo bajo y alto riesgo)
Embarazo: El control periódico mensual y al final del embarazo cada 2 semanas y semanal salvo que haya algún problema de preeclampsia, diabetes u otra condición patológica asociada; debemos esperar el tiempo de las 38 a 41 semanas cumplidas si el feto y madre están bien. La mujer embarazada debe tener cada trimestre sus ecografías y exámenes de laboratorios. Una muy buena nutrición, evitar los ayunos prolongados no quiere decir “comer mucho,” es comer bien, en calidad y cantidades adecuadas cada 4 horas.
Ginecológico:
Salud del aparato reproductivo, una buena historia clínica más exámenes de diagnóstico apropiados.
Ecografía anual vaginal en pacientes mayores de 45 años. Citología anual y si hay antecedentes, importante; más colposcopia.
Salud preventiva de enfermedades asociadas a la mujer, prevención de situaciones especiales.
La planificación familiar, evitar embarazos no programados o visitar al médico en casos de abortos previos si están buscando tener hijos. Las enfermedades de transmisión sexual son importantes de prevenir o tratar a tiempo antes de tener consecuencias mayores.
Prevención de causas de infertilidad como son:
Obesidad, malnutrición, ovarios poli quísticos, diabetes, hipertensión, enfermedades de la tiroides.
Prevención de enfermedades incapacitantes:
Un control anual de la salud ósea previniendo la osteoporosis. Si comienza la investigación en los 40 años se consigue disminuir su aparición y/o las consecuencias de la misma que son fracturas de columna, cadera y huesos largos.
Enfermedades vasculares y cardíacas:
La mujer vive tiempos de stress y ha adquirido hábitos que eran solo del género masculino: El tabaquismo, el alcohol y el stress laboral. Estos son factores que el pronóstico, cuando se presenta esta situación, es peor en la mujer que en el hombre.
Enfermedades emocionales y psicológicas:
La pérdida de la memoria y la depresión son resultados muchas veces debido a cambios hormonales. Prevenir el Alzheimer es fundamental con actividades de buena nutrición, suplementos, actividad física y lúdica.
Deseo sexual:
Hombres y mujeres luego de cierta etapa de la vida y en épocas que corresponden a la menopausia y andropausia, viven muchísimas veces ansiedad por intentar mantener una vida sexual activa, igual que en la juventud temprana. (HSDD: Sigla americana para referirse a la “Hipo actividad y desorden del deseo sexual”) La ansiedad se va transformando en un círculo vicioso. Hoy en día existen recursos médicos y terapias conductuales que mejoran la calidad de vida sexual de la persona y la pareja.
Urinarios:
Diferenciar una incontinencia urinaria genuina de la urgencia miccional es fundamental; la incontinencia urinaria se puede volver un problema social, la paciente no desea tener vida social por temor a “orinarse”. Se puede prevenir y curar médica o quirúrgicamente, cada día con mejor técnica para una calidad de vida buena. Juega importante valor el mecanismo de defensa para prevenir la infección urinaria tan común en nuestro medio.
Salud preventiva de las enfermedades cancerígenas de la mujer:
Es súper importante la Mamografía anual después de los 40 años si hay factores de riesgos o cada 2 años; pero nada reemplaza el examen físico. En mujeres menores de 40 años con factores de riesgo también deben entrar en este esquema. La Ecografía mamaria para delimitar áreas quísticas o sólidas en mujeres de todas las edades es importante.
Citología:
Nada la reemplaza por ahora en nuestro medio, pero su importancia es cuando entra en un programa anual; no sirve de nada hacerse solo una en la vida, debe ser anual, y si después de 20 años de estar dando normal, se puede espaciar un tiempo. En casos de infecciones o lesiones pre malignas de manejo estricto, el uso de la Colposcopia es fundamental y las pruebas específicas del VPH. Las mujeres que han recibido los esquemas de la vacunación no pueden descuidar su revisión citológica anual, porque existen otra variedad de virus que van apareciendo.
Cáncer de ovario:
Este cáncer de difícil diagnostico en su fase inicial es el verdadero “quebradero de cabeza” del ginecólogo. No existe una prueba de tamizaje y prevención especifica. Pero con una buena historia clínica y ecografía anual conociendo sus antecedentes personales y familiares podemos acercarnos a un posible diagnóstico precoz.
Cáncer de endometrio y pólipos endometriales:
Este cáncer muy común en los Estados Unidos se está volviendo cada día más frecuente en nuestro medio dada la obesidad, disminución del número de hijos, infertilidad y diabetes. Además, se asocia a la hipertensión y miomatosis. Es de fácil prevención con una regular visita al médico. Contamos con la Histeroscopia.
Existen situaciones a valorar con alguna regularidad que son propias de la mujer como es la función hormonal tanto de la adolescencia, menopausia o enfermedades de otras glándulas endocrinológicas. Ejemplo: Tiroides, calcio, hipotálamo en especial. Las oleadas de calor y la depresión.
No menos importante, son las quejas frecuentes de Enfermedades reumáticas y digestivas. Si hay antecedentes o la misma paciente tiene dichos síntomas con mucha anticipación debemos buscar los mecanismos para evitar que avancen dichas condiciones. Cuando en la familia atenemos cáncer de mama, ovario y de colon debemos entrar en un plan ampliado familiar de pesquisa.
Colonoscopia anual después de los 50 años o antes si hay síntomas digestivos. Todo esto previene muchísimas morbilidades y evitan agravar la situación de salud pública.
Espero que a partir de este segundo semestre del 2021 busquemos la forma de normalizarse la situación social y pronto volvamos a abrazarnos. Por lo pronto, seamos prudentes y conservemos el distanciamiento físico, pero no el afectivo.