Llega diciembre, termina un año y en Colombia, como el resto del mundo, se vive una atmósfera de cambios sociales y políticos.
Una situación que pasa casi desapercibida es la transición demográfica. En el caso de los ginecólogos, hemos visto prolongar la edad de vida de nuestras pacientes con el aliciente de tener mejores condiciones de salud. Todo eso a que la mujer hoy trabaja, estudia y tiene mejores oportunidades de vivir en condiciones de genero favorable.
No obstante, dicho esto, la razón de la mejor calidad de vida es que ella, la mujer, es consciente del cuidado de la salud.
Ejemplo de ello es que cada día son más puntuales a recibir nuestro consejo y asesoramiento en la prevención de enfermedades metabólicas y cronificantes como el cáncer, diabetes, obesidad, hipertensión, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares e inclusive emocionales.
La visita antes de terminar el año
Si no has hecho tu control anual, en vacaciones puedes tomarte media hora de tu día a día y hacerte el chequeo anual, con los exámenes correspondientes para que en enero tengas todo el tiempo del mundo para organizar tu año laboral, social y familiar. Colombia necesita de mujeres sanas.
Resalto dos temas fundamentales: La menopausia y la tamización.
Menopausia
Es claro que la mujer puede y debe vivir con una mejor calidad de vida en este periodo de su existencia sabiendo que puede llegar a ser más de la mitad de su vida. Prevenir con tiempo enfermedades tromboembólicas, cardiacas, óseas, urogenitales, emocionales y síntomas como oleadas de calor, debe ser el objetivo de todo ginecólogo.
Tamización
El cáncer de seno, útero, cuello uterino y ovario es el reto permanente de nosotros los médicos. Hoy contamos con muchas ayudas y consensos de las organizaciones científicas que permiten generar un mejor pronostico en la prevención del cáncer de la mujer. Tener el autoexamen, la mamografía y algunos marcadores de tumores de las mamas. La tipificación viral del cuello uterino y la colposcopia más la citología, previenen con tiempo el cáncer uterino, mejor aún, nos da tiempo para trabajar sin angustias.
Aun el ovario sigue siendo el “coco” de los ginecólogos. Ya para el endometrio tenemos aproximaciones y protocolos que nos permiten con tiempo tomar decisiones a tiempo.
Sigue vigente el lema: “Prevenir es mejor que curar”.