Nutrición y embarazo

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“Que tu alimento sea tú medicina y tu medicina sea el alimento”

 

 

Nutrición y embarazo, lo ideal. “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea el alimento.” El embarazo es un momento clave para enseñar sobre nutrición y asegurar que la nueva generación crezca con una mejor salud.

Está demostrado que, si un bebé recibe una alimentación adecuada desde el vientre de su madre, sus probabilidades de llevar una vida saludable como adulto aumentan. Por eso, el control prenatal debe centrarse en la orientación alimentaria de la embarazada. La nutrición de una mujer con un embarazo saludable es fundamental para el correcto desarrollo y crecimiento del bebé.

El plan nutricional de una mujer embarazada debe adaptarse a las necesidades tanto de ella como del feto, ajustando el consumo de calorías y los nutrientes esenciales para la formación del bebé.

En general, se recomienda que una mujer embarazada consuma alrededor de 2.200 calorías diarias, ajustándose según su nivel de actividad. La calidad de los alimentos es clave. Durante el embarazo, el cuerpo tiene mayor resistencia a la insulina, lo que puede aumentar el riesgo de diabetes gestacional (aunque no siempre ocurre). Por ello, es importante dividir las comidas en porciones.

La distribución de los macronutrientes debe estar en los siguientes rangos: 40-60% carbohidratos, 20% proteínas y 20-40% grasas, ajustando según la actividad física y la condición de cada mujer.

Para evitar caídas repentinas de azúcar en sangre, que podrían afectar al bebé, es recomendable que una mujer embarazada haga 6 comidas al día. Esto también ayuda a evitar la formación de radicales libres y sustancias tóxicas que podrían afectar al feto. Las porciones diarias se pueden dividir así:

Desayuno: 20%

Media mañana: 10%

Almuerzo: 30%

Merienda: 10%

Cena: 20%

Antes de dormir: 10%

El feto necesita aminoácidos, preferiblemente de origen animal, para su formación. También es importante revisar la actividad diaria de la madre para asegurar que reciba suficientes minerales como magnesio, calcio y vitaminas. El ácido fólico (1 mg diario) es crucial para prevenir problemas en el desarrollo del tubo neural del bebé.

El hierro y el ácido fólico son esenciales para prevenir la anemia, un problema común durante el embarazo. El hierro es necesario para que los glóbulos rojos transporten oxígeno, y su deficiencia puede provocar síntomas como caída del cabello o uñas quebradizas. La vitamina C también es importante para reforzar el sistema inmunológico y fortalecer las membranas amnióticas que protegen al bebé.

Además, elementos esenciales como el agua son vitales para el intercambio de nutrientes y gases entre la madre y el feto. Mantener una buena hidratación mejora el ambiente en el que el bebé se desarrolla, dado que vive en un entorno acuoso. Beber suficiente agua y jugos naturales ayuda a mantener ese equilibrio.

Alimentos recomendados para embarazadas

“La nutrición de la mujer antes, durante y después del embarazo, es fundamental para la salud y el bienestar de las futuras generaciones” *

Alimentos para embarazada

  • Nutrición de la gestante. Manjarres,LM , Parra BE,Restrepo Mesa,SL, Zapata N. Mayo 2014 Escuela de Nutrición y dietetica. Univ. de Antioquia. Medellin, Colombia

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