Obesidad alerta mundial

Sé generoso contigo mismo, cuida tu nutrición.

Toda la medicina alopática, milenaria, homeopática, ayurvédica y china, entre otras tradiciones médicas, consideran la alimentación como parte fundamental de la salud. Pero ¿qué no cambia entre todas estas costumbres médicas? El paciente. Seguimos siendo los mismos, con las mismas angustias, a pesar de que han cambiado los tiempos y la forma de vivir.

Lo que debemos tener en cuenta es que cada cuerpo, mente y espíritu son diferentes, e incluso una misma persona cambia según la época y las circunstancias. Hoy sabemos que la obesidad y la inflamación generalizada están causando estragos en la salud.

La obesidad se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, elevando la probabilidad de desarrollar diabetes, hipertensión, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares y varios tipos de cáncer.

Mantener el equilibrio ante cada situación, reto u oportunidad es clave para superar las enfermedades. Hoy vivimos en un modelo de alimentación industrializado y un estilo de vida sedentario agravado por la tecnología. Estudios muestran que la electrónica impacta desfavorablemente la salud por dos vías: la mental y la movilidad. Nos movemos menos, y los patrones cerebrales están cambiando, afectando la vigilia y el sueño.

Como médico, lo primero que intento establecer es una relación de confianza y respeto con mi paciente y su familia. Luego, en ese orden de ideas, entender de qué se queja, pero siempre teniendo en cuenta quién es, cuál es su entorno y cómo afectan su bienestar. La historia clínica nace de un relato minucioso sobre lo que la persona siente, lo que la mejora y lo que la afecta.

Saber qué y cómo comemos, qué actitud tenemos al momento de ingerir alimentos, a qué horas del día lo hacemos y cómo dormimos, nos permite lograr un equilibrio neurovegetativo. Masticar y respirar son dos funciones básicas que la humanidad ha olvidado, siendo lo más natural de la vida.

La única forma en que el médico logra impactar positivamente en la sociedad para mejorar la salud es: Enseñando.

Para el año 2050, si no tomamos medidas, la mitad de los adultos estarán en sobrepeso u obesidad, y un tercio de los niños y adolescentes también lo estarán. Esta es una epidemia con consecuencias devastadoras para la salud y la economía global. Como afirmó la profesora Emmanuela Gakidou del Institute of Health Metrics and Evaluation (IHME): La epidemia mundial sin precedentes de sobrepeso y obesidad es una tragedia profunda y un fracaso monumental a nivel social.” En Colombia, el 64 % de la población tiene sobrepeso y el 26 % de los adultos padecen obesidad. 

Clasificación de la obesidad según el Índice de Masa Corporal (IMC)

El IMC ayuda a determinar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras afecciones en hombres y mujeres. Esta clasificación, recomendada por el Instituto Nacional de Salud y la Organización Mundial de la Salud, se ha adaptado para diferentes etnias, aunque aún falta establecer una más específica para las pacientes latinas. Sin embargo, es una guía útil para diagnóstico, control y estrategias terapéuticas.

Bajo peso: <18.5 kg/m²

Peso normal: 18.5 a 24.9 kg/m²

Sobrepeso: 25.0 a 29.9 kg/m²

Obesidad: ≥30 kg/m²

Tipo I: 30.0 a 34.9 kg/m²

Tipo II: 35.0 a 39.9 kg/m²

Tipo III (severa o extrema): ≥40 kg/m²

Según Patricio Uribe: “Si el propósito de hacer un cambio se mantiene durante 21 días con acciones pequeñas diarias, se empieza a modificar un hábito por otro.”

Por supuesto, los extremos son perjudiciales. Debemos encontrar un equilibrio y también ayudar a quienes no tienen seguridad alimentaria, como los casos de desnutrición y retraso del crecimiento, especialmente en la infancia y la vejez.

Cada día, los ginecólogos nos enfrentamos a enfermedades de la mujer asociadas a la obesidad: prolapso genital, incontinencia urinaria, enfermedades vasculares y cardiacas, síndrome de ovarios poliquísticos, diabetes, cáncer ginecológico y trastornos del comportamiento como depresión y Alzheimer.

La obesidad roba oxígeno y nos cansa. El cuerpo está diseñado para moverse y comer es importante, pero hacerlo bien.

 

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Embarazo y alimentacion

Bibliografia

Lancet 2024; 404: 972–87 Seminar Obesity in adults